Como ya sabréis el pasado día 20 de mayo la Asociación Airsoft Extremadura organizó un evento de 8 horas non-stop en La Roca de la Sierra para recrear un hipotético conflicto bélico entre los soldados Afganos y las fuerzas de la OTAN en el valle de Korengal (Afganistán). El evento titulado por este motivo El Valle de Korengal se desarrolló en en escenario espectacular a la par que exigente para todos los jugadores.
Tras la charla con todos los asistentes en la que se recordaron todas las medidas de seguridad y la obligatoriedad de cuidar del fantástico medio natural en el que se iba a desarrollar la partida, el evento dio comienzo.
Nada más entrar en escena los especialistas de la OTAN fueron informados de que su comandante había sido abatido junto con el helicóptero que llevaba sus suministros. Esto significaba que tenían la munición limitada (tan solo podían hacer uso de dos cargadores) y que no disponían de KSI (Kit Sanitario Individual) ni comunicaciones de radio con el mando, lo cual hacía que todas las cartas estuvieran en contra de los soldados. Dadas las circunstancias el capitán conocido como Miller se vio obligado a asumir el mando OTAN, lo cual era un reto personal, más aun al no disponer de ningún tipo de comunicación a distancia con sus líderes de escuadra.
El conflicto no tardó en aparecer, justo cuando el comandante en funciones estaba terminando su arenga con el fin de animar a las tropas, el bando OTAN sufrió un ataque inesperado. Nadie sabía que pasaba, nadie estaba preparado, nadie conocía el terreno. Esta no era su casa y sabían que los afganos eran capaces de cualquier cosa para defender su hábitat. La mitad del equipo, incluyendo al nuevo comandante, resultó herido durante la refriega por lo que la OTAN se replegó a la zona donde había caído el helicóptero y de esta forma tratar de establecer una base como centro de mando.
Mientras tanto un superviviente de múltiples batallas con sed venganza y odio en las venas asumía el papel de líder de los soldados afganos. Sus peculiares métodos de ataque pretendían echar de sus tierras al invasor y dar un escarmiento para que nunca más volvieran a aparecer soldados extranjeros en sus dominios, su nombre en clave El Reverendo. Al ver que tenían todos los medios a su alcance para vencer, inicialmente decidió tomar una postura defensiva y esperar para ver que hacían sus rivales. Algo que solo podría hacer un experto militar o un loco de remate, ya que al mismo tiempo les estaba dando tiempo a los miembros de la OTAN para organizarse.
Una vez establecido el centro de mando, la OTAN recibe una visita bastante peculiar, dos pastores de cabras locales que hacían llamarse Habbibi y Hassan solicitaron una audiencia con el comandante y le ofrecieron sus servicios a cambio de beneficio económico. Como muestra de buena fé, le facilitaron al bando un repetidor con el que podrían establecer comunicaciones seguras y la localización de un bunker con provisiones y municiones. Ante esta situación el comandante Miller desplegó alguna de sus tropas para instalar y defender el repetidor y otras para recuperar las provisiones. El éxito o no de esta misión lo significaría todo. El entrenamiento militar se notó, las tropas cumplieron con éxito ambas misiones y de esta forma aumentaron sus posibilidades. Ya tenían munición, comunicaciones y recursos, tan solo tenían que aguantar hasta su extracción.
Poco después llegó a oídos del líder afgano esta situación y mandó a sus efectivos para destruir el repetidor de comunicaciones. Su gran conocimiento del terreno hizo que esta fuera una tarea sencilla y el repetidor fue neutralizado. A partir de este momento el bando OTAN volvía a estar incomunicado y Reverendo sabía que era el momento de lanzar ataques contra la base enemiga.
Ambos bandos recibían noticias de unos hombres vestidos de negro y comportamiento militar. Como era de esperar, los Black Knife se habían unido a la fiesta, unos soldados de élite que solo tenían un valor: la riqueza. En primera instancia se dedicaron a hostigar a las tropas de ambos bandos creando el caos, pero sus intenciones pronto fueron descubiertas y no eran otras que hacer tratos y alianzas con el mejor postor.
Durante dos largas horas la OTAN aguantó sin comunicaciones hasta que uno de sus técnicos, gracias a la ayuda de Habbibi y Hassan consiguió restablecer las mismas, esta vez con un repetidor instalado en la propia base.
A estas alturas del día, el Sol y el terreno mellaba a las tropas que no conocían el terreno y favorecía al mismo tiempo a los que sí. Era el momento de aliarse con los Black Knife y de ello dependería que la victoria se balancease hacia un lado u otro. Tras algunas traiciones y situaciones de gran desconfianza, la OTAN rompió los presupuestos y compró los servicios del cuerpo de mercenarios con el único objetivo de realizar una ofensiva final. Pero al líder afgano no había que subestimarlo, utilizó todos los recursos a su alcance y gracias al vehículo de campo recuperó unos misiles aéreos que pudo lanzar contra la base enemiga. Las tropas de la OTAN llegaron al campamento afgano y con el último aliento los soldados de ambas facciones se enfrentaron en una batalla final que sabía que no podían ganar.
Todos estos sucesos fueron capturados por una excelente reportera de guerra que aguantó ante las adversidades e inclemencias del tiempo como si de un soldado de élite se tratase. Espero que podáis disfrutar de la galería de fotos en nuestra página de Facebook, podéis pinchar aquí para ver directamente el álbum “El valle de Korengal”.
Como habéis podido apreciar fue una jornada de airsoft exigente y apasionante. Todos los jugadores de AEX disfrutamos como siempre lo hacemos y esperamos que todas las asociaciones que vinieron a disfrutar con nosotros también se lo pasaran en grande. Muchas gracias a todos los asistentes a la partida y a todos aquellos que han hecho posible que se haya podido realizar.
Nos vemos en la próxima, ¡no te la pierdas!
*Fotos cedidas por PataNegra Studio